La lucha de las trabajadoras informales en Leticia, Amazonas
Mientras se realizaba la apertura de la CTC seccional Amazonas, en Leticia, vendedoras ambulantes del puerto principal fueron desalojadas sin previo aviso. En lugar de reconocimiento y apoyo, recibieron presión, desplazamiento y silencio institucional.
Durante la jornada de socialización y convocatoria para fortalecer la organización sindical en la ciudad, la alcaldía inició el desmonte de los puestos donde históricamente las trabajadoras han comercializado sus productos para sostener a sus familias.
“Nos están presionando. Mire, ahorita no tenemos para surtir. Hacemos préstamos gota a gota para volver a surtir. ¿Cómo vamos a pagar si no vendemos nada?”, expresó una de las vendedoras.
“No valemos nada”: el grito de la informalidad ignorada
Muchas de estas mujeres cumplen con los requisitos legales y sanitarios, incluidos certificados de manipulación de alimentos. Sin embargo, son tratadas con desprecio y criminalización. Denuncian que frecuentemente reciben operativos policiales, decomisos y maltrato.
“Nos echan la policía cada rato… Reciben presión y hasta golpizas por estar acá tratando de organizarse”, denunciaron.
Sus productos terminan en la basura, sus esfuerzos son invisibilizados y su derecho al trabajo es ignorado. La reubicación forzada a una zona sin tránsito de personas ha dejado sus ventas en ceros.
“Allá no pasa nadie que consuma. Este es el puerto principal, donde siempre hemos vendido. Allá, lo que vendemos no alcanza ni para el almuerzo”, indicaron.
Una lucha que sigue viva
Las trabajadoras acudieron a la CTC buscando respaldo y visibilización. El presidente de la Confederación, John Jairo Caicedo, acudió personalmente al lugar para verificar la situación. Las mujeres exigieron lo mínimo: poder trabajar donde históricamente lo han hecho, con garantías y sin persecución.
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