La CTC

Historia

La “C.T.C.” surgió en el año de 1935, como una respuesta del Movimiento Obrero frente al capital con el objeto de servir a los intereses de la clase trabajadora Colombiana. Fue un proceso que comprometió a los mejores luchadores que pugnaban por el reconocimiento de los derechos de asociación, contratación y huelga exigiendo garantías al Estado Colombiano.

En la época, se desarrollaba la industria y se impulsaban grandes obras de infraestructura por parte del Gobierno Nacional en sectores de puertos sobre las Costas Atlántica y Pacífica, en el río Magdalena, en ferrovías, carreteras y explotaciones de hidrocarburos y minas. Las fábricas demandaban más trabajadores exigidos por el modelo de producción.

Coincidió el acontecimiento de la creación de la “C.T.C.” con los fenómenos en curso de la instauración del Socialismo en el Este Europeo, el ascenso de masas en Asia, la crisis de la potencia industrial y militar de Estados Unidos en el año de 1929 y las nuevas relaciones sociales de producción, jalonadas por grandes inventos que se sintetizaban en las máquinas y herramientas que convocaban y centralizaban a la clase obrera.

El papel de la clase obrera Colombiana se presentaba como una fuerza combativa que exigía a los gobiernos garantizar los derechos en el trabajo, la seguridad social y la solución de los problemas sociales de educación, salud y vivienda para la población, producto del trabajo. Las ciudades crecían y demandaban nuevos bienes y servicios.

Fundación

Con estos antecedentes y un contexto ideológico que señala la necesidad de contar con una organización clasista de corte Nacional que integre esfuerzo y acciones para demandar un espacio e influir en las decisiones políticas y contar con una base sólida para el ejercicio de la democracia que contribuya al progreso Nacional y disminuya la enorme brecha económica y social de la sociedad de los años 20 y 30; ilustres y aguerridos dirigentes fundan la Confederación Sindical de Colombia el 10 de Agosto de 1.935. Cambiar de nombre a “C.T.C”

1944

Defensa de la Democracia Paro Nacional 10 – Julio – 1.944 Durante los primeros años de la década de los cuarenta la CONFEDERACION DE TRABAJADORES DE COLOMBIA –”C.T.C.”-, se destacó en la defensa de las Instituciones democráticas y su lucha contra el nazismo y el facismo que pretendía apoderarse del Mundo. El 10 de Julio de 1.944, el Presidente Alfonso López Pumarejo, fue apresado en Pasto por un grupo de militares que querían el poder. Pero esta acción de corte reaccionario les fracaso ante el decidido apoyo del Pueblo Movilizado por convocatoria de la “C.T.C.” que organizó en todas las Ciudades y Poblaciones comités de defensa de la democracia a los cuales se integraron distintos estamentos de la sociedad con particular beligerancia de Obreros y Campesinos. Esta oportuna y audaz acción de la “C.T.C.”, dio sus frutos; los militares rebeldes tuvieron que entregarse y el Presidente de la República, democráticamente elegido, reinstalado en el poder. Reivindicaciones La CONFEDERACION DE TRABAJADORES DE COLOMBIA –”C.T.C.”- en su ardua lucha logró para todos los Trabajadores Colombianos importantes conquistas en su primera década de existencia, la mayoría recopilados en la Ley 6ª. de 1.945, a saber: Auxilios de Cesantía. Honorario de ocho (8) horas. Definición de Salario Mínimo. Horas Extras. Reglamentación Trabajo Nocturno. Descanso Dominical Remunerado. Indemnización por Accidente de Trabajo y Enfermedad Profesional. Contratación Colectiva. Vacaciones Remuneradas. Primas Especiales. Jurisdicción Especial del Trabajo. Fuero Sindical. Reafirmación Derecho de Huelga. Presunción del Contrato de Trabajo. Prestaciones a Trabajadores Agrarios. Prestaciones a Trabajadores de Servicio Doméstico. Protección a Colonos. Seguridad Social. Todas estas reivindicaciones pasaron posteriormente a formar parte del Código Sustantivo de Trabajo y son las mismas que han tenido los Trabajadores Colombianos. Huelga de FEDENAL La llegada de Alberto Lleras Camargo al poder transforma completamente el panorama. Se definen los derechos del sindicalismo en un momento en que el Estado, con la participación de los conservadores en el Gobierno, aparece ante todo como una instancia que carece de capacidad propia de acción, a no ser la de formalizar los acuerdos de los sectores económicos dominantes. Al mismo tiempo, el movimiento popular que sigue a Gaitán cuestiona esta sujeción al Estado y critica a las instituciones en su conjunto entre otras a la “C.T.C.”. Es así como la “C.T.C.” se ve obligada a tratar de recuperar esta movilización popular, acentuando su presión sobre el Gobierno. Esta capacidad de presión constituye exactamente el complemento de su institucionalización. La amenaza de huelga general se convierte en un tema importante ya que constituye el mejor mecanismo de la “C.T.C.” para ejercer presión sobre el Estado, retirándole su apoyo. En suma, se trata de utilizar la fuerza que su relación con el Estado le confiere, al mismo tiempo que de canalizar la radicalización popular.

1945

La primera tentativa tiene lugar el 26 de Noviembre de 1.945, cuando por primera vez la “C.T.C.” lanza la consigna de huelga general, no para apoyar un Gobierno, sino para presionarlo. La ocasión se presenta a propósito de la huelga de una empresa textil – Monserrate, que se prolonga por cerca de dos meses, sin que el nuevo Gobierno intervenga. En realidad, después de la llegada del nuevo Gobierno y del fin de la guerra, todas las grandes organizaciones que hasta entonces habían sido contenidas, a pesar del alza global del costo de la vida. La huelga general representa así, simultáneamente, las reivindicaciones económicas y la presión política frente a un Gobierno que, compartido por los dos partidos, deja de apoyarse abiertamente en el sindicalismo. La huelga, sin respaldo importante en Medellín, adquiere, sin embargo, verdaderas proporciones en Cali y Bogotá. Se extiende a numerosas empresas privadas y vale decir que desborda los sectores combativos tradicionales, en especial al de los transportes. Este movimiento deberá enfrentar una fuerte reacción del Gobierno, así como de los patronos. El primero autoriza la destitución de los responsables en las diferentes empresas, puesto que la huelga fue calificada de ilegal y representaba “el predominio del criterio revolucionario sobre el criterio liberal”. Inquietos por el desarrollo reciente del sindicalismo en las empresas privadas, los patronos ejercen una fuerte presión sobre el Gobierno, a pesar de que la “C.T.C.” insta en su adhesión a las instituciones democráticas. Una demostración más elocuente de esta situación se presenta con la huelga de FEDENAL en el mes de Diciembre que, prácticamente, clausura la dominación de esta federación sobre el Movimiento Sindical. La importancia de esta huelga no se comprende sino en la medida en que se revisen las circunstancias precisas que la rodean. En el momento en que esta federación lanza su acción, todas las grandes organizaciones sindicales están en pie de guerra para defender sus propias reivindicaciones: la federación de “carreteras”, cuyo presidente es a la vez el de la “C.T.C.”; la federación del petróleo que, fuera del periodo previsto por la Ley, presenta un pliego de peticiones, y la federación de ferroviarios, de tendencia liberal. Otras amenazas o movimientos huelguísticos estallan simultáneamente en casi todos los departamentos. El movimiento más importante tiene lugar en Cali, en donde la federación local de la “C.T.C.”, desencadena una huelga general en solidaridad con la huelga de varias minas de carbón que había dado lugar a la muerte de un obrero… Pero esta movilización no es tan coherente como podría parecer a primera vista. De una parte, el Gobierno (como el de Santos), intenta reforzar la oposición entre liberales y comunistas. Como siempre, las Federaciones de ferroviarios y de carreteras son dominadas por la tendencia liberal. Por otra parte, esta movilización sindical llega demasiado tarde como para poder apoyarse en la movilización populista del Gaitanismo. El conflicto entre los dos ya está declarado. El movimiento Gaitanista denuncia todas las acciones de la “C.T.C.”, una vez que esta ha condenado la orientación “fascista” del primero. La “C.T.C.”, no puede contar, entonces, con la movilización popular, en la cual no busca apoyarse directamente, ya que su acción se limita en gran parte a la lucha reivindicativa emprendida por sus federaciones más poderosas. El movimiento de la FEDENAL estalla poco después del séptimo congreso de la “C.T.C.”, en donde todas estas divisiones se manifestaron con claridad. Además, las condiciones son particularmente desfavorables para un movimiento de envergadura. En efecto, la navegación sobre el rio Magdalena está a punto de perder su importancia y los barcos se modernizan desplazando mano de obra. En fin, el Gobierno utiliza demagógicamente la desigualdad de las convenciones firmadas en los diferentes sectores y señala a FEDENAL como ejemplo de los sectores privilegiados. De inmediato, la huelga se encuentra con una oposición brutal del Gobierno. Alberto Lleras no solo la declara ilegal al considerar al transporte fluvial como “servicio público”, sino que autoriza el reclutamiento de “esquiroles” y anuncia la intervención del ejército. La huelga, en su concepto, es una amenaza a todas las instituciones…Entonces, la huelga queda liquidada. Los dirigentes de FEDENAL intentan un último esfuerzo para salvar la situación solicitando el arbitraje de Alfonso López. El día 1° de Enero cesa la huelga prácticamente. La FEDENAL queda destruida”. La realidad es cruda. FEDENAL que era una organización importantísima para la “C.T.C.” en su lucha para el logro de reivindicaciones sociales y salariales tenía que ser respaldada irrestrictamente y entonces ante la negativa de la Naviera Colombiana a atender las peticiones no quedaba otro camino que recurrir a la huelga que se inicio el 18 de Diciembre. El Gobierno y la clase dominante estaban al acecho de una oportunidad como esta y por medio de la fuerza pública avasallo y destruyó la acción de los trabajadores que fueron despedidos sin ninguna prestación social. El Presidente ALBERTO LLERAS CAMARGO manifestó: “No puede haber dos poderes uno en el rio Magdalena y otro en Bogotá”. “Daniel Pecaut – Política y Sindicalismo en Colombia” Defensa del Patrimonio Nacional y los Derechos de los Trabajadores.

1948

Huelga de los Trabajadores Petroleros 1.948 La “C.T.C.”, participó en la huelga de los obreros petroleros organizados en la UNION SINDICAL OBRERA –USO-, motivada por la actitud de engaño y explotación al país que esgrimió en su momento la Tropical Oil Company, para presionar la prorroga de la concesión Mares, que explotaba, recurriendo a toda clase de artimañas, entre otros el agotamiento de las reservas, para demostrar su evidencia, inicio el despido colectivo de los trabajadores de campo. Ante esos hechos la uso, demandó al país una campaña para la revisión de la concesión MARES al Estado Colombiano e inició la lucha para el reintegro de los trabajadores despedidos. Fundamentada la USO en esos dos objetivos concretos, convocó a la huelga a los trabajadores de la Empresa el 7 de enero de 1.948. Un hecho fundamental de subrayar y relevar en el desarrollo de la huelga petrolera de 1.948 fue la permanente solidaridad del conjunto de la clase obrera colombiana, no por medio de declaraciones retóricas sino recurriendo a paros y suspensiones del trabajo en sus propias empresas en apoyo de los obreros del petróleo y de la USO, así como mediante el aporte de dineros para el sostenimiento de la huelga. La Confederación de Trabajadores de Colombia –”C.T.C.”-, por medio de resolución de su Comité Ejecutivo, resolvió: Dar a los trabajadores de la Tropical Oil Company y en la forma que fuere necesario, su irrestricto e incondicional apoyo, (…) asumir la responsabilidad de la dirección central del movimiento de huelga de los trabajadores petroleros de Colombia, y con la Unión Sindical Obrera USO, (…) ordenar a todas las Federaciones Nacionales, departamentales y locales, y a todas las demás organizaciones sindicales filiales de esta central sindical nacional, procedan a organizar inmediatamente y en forma más efectiva posible, la solidaridad moral, material y económica con los compañeros en huelga (…) hacer un fervoroso llamamiento a los trabajadores colombianos y a toda la opinión pública en general, para que en vista de la trascendencia nacional del conflicto (…) contribuyan en todas las formas a la patriótica batalla que en guarda en los principios tutelares de la nacionalidad han iniciado en buena hora los trabajadores de la industria del petróleo? (Jornada, enero 6 de 1.948). La solidaridad con los obreros petroleros y la USO fue activa y beligerante. La “C.T.C.” acordó un paro general en el país como solidaridad con los trabajadores. Ordenó también asambleas permanentes, movilizaciones y manifestaciones de apoyo en todo el territorio nacional y dispuso el descuento a todos los trabajadores de una cuota con destino al Fondo de Solidaridad con los Trabajadores del Petróleo. Numerosos concejos municipales expresaron su solidaridad. “Paros de solidaridad en Bavaria y Fenicia (…) Los Ferroviarios anuncian al Ministerio de Trabajo paros escalonados en todo el país. En Bogotá y todo el país se realizaron manifestaciones de solidaridad y de protesta por la falsificación de los hechos por parte del periódico conservador El Siglo. Los trabajadores de la Shell y de la Colombian Petroleum Company organizaron movimientos de solidaridad. Fueron decretados paros de transportadores, oleoductos, etc. La Asamblea de Juntas Directivas de los Sindicatos de Bogotá, reunida el 20 de Enero de 1.948, dispuso nuevas movilizaciones y acciones de solidaridad y apoyo económico a la huelga petrolera. El Consejo Municipal de Medellín aprobó una resolución en que expresó: “Que los huelguistas del petróleo no defienden solamente sus propios intereses como asalariados (…) si no que su movimiento ha servido, a la vez, para denunciar ante la opinión nacional el hecho de que la Tropical Oil Company, cuya concesión termina en 1.951, está aplicando una calculada política de paulatino desmantelamiento de las instalaciones técnicas de exploración y explotación, lo cual tiende a afectar a la postre los altos intereses económicos de nuestro país; (…) que los trabajadores independientes, en primer término, junto con los distintos sectores democráticos de la población, han considerado de vital importancia expresar de inmediato su efectiva solidaridad con los petroleros en huelga, y al mismo tiempo, avanzar un debate que haga claridad en torno a la tesis de la nacionalización de los hidrocarburos, mediante la consigna inmediata de que el Gobierno, en nombre de todos los colombianos, proceda a ocupar y explorar todos los pozos que vaya abandonando la Troco en la Concesión de Mares, a fin de preparar a la nación para administrar y usufructuar en su hora la explotación y distribución de los combustibles, lubricantes y derivados” (Vanguardia del Pueblo, 27 de Enero al 2 de Febrero). En Cali, Barranquilla, Cartagena, Cartago, Girardot, Armero, Pajonales, Ibagué, La Dorada, Puerto Wilches, en todo lugar de Colombia donde había una organización sindical o campesina, hubo solidaridad, protestas, manifestaciones y apoyo a la huelga de los trabajadores del petróleo. Con la constitución del Tribunal de Arbitramento concluyó la huelga de los trabajadores petroleros, el 24 de Febrero de 1.948, la Confederación de Trabajadores de Colombia –”C.T.C.”-, pudo declarar que “la huelga de los trabajadores del petróleo al servicio de la Tropical Oil Company, cuya duración hasta hoy es de 49 días, representa la más heroica lucha adelantada por la clase obrera colombiana, a través de toda su historia, y destaca con caracteres indelebles el hondo sentido patriótico que anima al proletariado en esta gran jornada contra las oscuras maniobras de la empresa imperialista Tropical Oil Company, por lo cual merece que se le señale ante el país y especialmente ante las clases trabajadoras de Colombia, como un vivo ejemplo de conciencia de clase, de firmeza, de disciplina y de patriotismo indiscutible”. La huelga constituyó un rotundo éxito del sindicalismo nacional, por cuanto el tribunal de arbitramento que puso fin al conflicto, y que posteriormente dirimió ordenando el reintegro de los trabajadores despedidos (obsérvese que en la época tenían estos tribunales esa facultad), y la obligación de continuar los trabajos de explotación en los posos petrolíferos. Represión, División y Receso FEDENAL no puede recuperarse de este brutal golpe que también impacto a la “C.T.C.” la cual acuso serio desgaste y como esto era lo que perseguían los sectores reaccionarios consideraron que habían acertado en su estrategia y por lo tanto arreciaron el ataque contra la “C.T.C.” para asestar un golpe contundente al institucionalizar la división sindical que se concreto en 1.946. No obstante el avance divisionista y la dura represión la “C.T.C.” sigue imperturbable en su actividad, los obreros organizados en sus filas están dispuestos a continuar la lucha por sus reivindicaciones. Durante el año 1.946 que coincide también con el cambio de Gobierno y debido al alza del costo de vida por encima de toda predicción, atribuida a secuelas universales como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial se presentan pliegos de peticiones por numerosas organizaciones en todo el País que al no ser atendidos, quieren huelgas prolongadas y agitación en todo el Territorio Nacional. Cabe destacar las huelgas de los Trabajadores Petroleros en los meses de Octubre y Noviembre de 1.946 en la Tropical Oil, Shell, Colombian Petroleum apoyadas de manera decisiva por la “C.T.C.”. Los despidos de trabajadores no se hacen esperar y además se incrementa la represión sindical, simultáneamente con nuevas alzas en el costo de vida que pauperiza a los trabajadores. El 3 de Mayo de 1.947 la “C.T.C.” presenta al Gobierno Nacional un pliego de peticiones que se resume en lo siguiente: Defensa del nivel de vida de los trabajadores. Contra el alza del 60% en servicios públicos. Cese de los despidos de los trabajadores sindicalizados. Contra la indebida intervención del Gobierno en los conflictos. Por el derecho de huelga en las Entidades Públicas. Por la protección para los trabajadores del campo. Este pliego de peticiones no fue atendido por el Gobierno y por el contrario tomó medidas más represivas aún y continuó el despido de trabajadores afiliados a la “C.T.C.” y el encarcelamiento de sus dirigentes en una directa provocación al movimiento sindical. Para ese momento estallan conflictos en diferentes lugares del país. Se levantan los estudiantes, se paraliza el Sector de Carreteras en el Departamento de Nariño, en la ciudad de Barranquilla, en los ferrocarriles de Antioquia por lo que se decide la huelga general que se realiza el 13 de mayo de 1947. Desafortunadamente esta huelga general a pesar de que paralizó el país, no obtuvo los resultados esperados debido a varios factores a saber: Las violentas medidas represivas. La división Sindical, ya imperante (La UTC aunque no tenia Personería Jurídica, estaba actuando en contra de esa acción, utilizada habitualmente por el Gobierno) Utilización de medios de comunicación en contra de la “C.T.C.” y sus acciones, a partir de ese momento la persecución hacia la “C.T.C.”, sus dirigentes y organizaciones afiliados se toma directa y frontal: son despidos a centenares de trabajadores de empresas privadas y oficiales y son encarcelados numerosos dirigentes. Se llega hasta el intento de disolución de la “C.T.C.” por diferentes medios. Daniel Pecaut relata así el siguiente episodio: “En vista de que sus Estatutos no se compadecen con la Ley, el 22 de mayo se decreta la disolución Jurídica de la “C.T.C.”. La decisión, tomada por un Juez conservador, queda revocada enseguida…” – Política y Sindicalismo en Colombia. Este pliego de peticiones no fue atendido por el Gobierno y por el contrario tomó medidas más represivas aún y continuó el despido de trabajadores afiliados a la “C.T.C.” y el encarcelamiento de sus dirigentes en una directa provocación al movimiento sindical. Para ese momento estallan conflictos en diferentes lugares del país. Se levantan los estudiantes, se paraliza el Sector de Carreteras en el Departamento de Nariño, en la ciudad de Barranquilla, en los ferrocarriles de Antioquia por lo que se decide la huelga general que se realiza el 13 de mayo de 1947. Desafortunadamente esta huelga general a pesar de que paralizó el país, no obtuvo los resultados esperados debido a varios factores a saber: Se llega hasta el intento de disolución de la “C.T.C.” por diferentes medios. Daniel Pecaut relata así el siguiente episodio: “En vista de que sus Estatutos no se compadecen con la Ley, el 22 de mayo se decreta la disolución Jurídica de la “C.T.C.”. La decisión, tomada por un Juez conservador, queda revocada enseguida…” – Política y Sindicalismo en Colombia. Persecución y Receso El 9 de abril de 1948 fue asesinado el caudillo liberal JORGE ELIECER GAITAN con terribles consecuencias para la paz del país. La violencia se desata en todo el Territorio Nacional y la “C.T.C.” es víctima propicia de ese vendaval de barbarie y terrorismo. En 1949 se inicio la etapa más difícil para la “C.T.C.” ya diezmada en efectivos y dirigentes; especialmente a partir de Noviembre con la clausura del Congreso de la República, la implantación del Estado de sitio y por ende el comienzo de una era de dictaduras, persecución y exterminio de dirigentes y afiliados a la “C.T.C.” en particular, pero que afectó a la gran mayoría del Pueblo Colombiano. Los dirigentes de la “C.T.C.” que no fueron asesinados, encarcelados o derrotados tuvieron que abandonar sus sedes que además fueron incendiadas y prácticamente la Confederación entro en receso. En mayo de 1950 realizó su X Congreso y allí por decisión mayoritaria se afilió a la Organización Regional Interamericana de Trabajadores ORIT/CIOSL. Numerosos dirigentes fueron asesinados tanto del Comité Ejecutivo como de sus Federaciones y Sindicatos mencionamos a título de ejemplo a Julio Rincón y Manuel Marulanda Vélez.

1954 - 1963

La actividad Sindical de la “C.T.C.” a partir de estos hechos fue muy poco notoria debido a la persecución, sin embargo algunas organizaciones hicieron frente mientras otras actuaban en la clandestinidad. “Hasta 1957 la violencia se limita, pues, la eliminación de las organizaciones obreras distintas de la “UTC” DANIEL PECAUT – Política y Sindicalismo en Colombia. En 1957, cae la dictadura militar y es en 1958 cuando se marca el resurgimiento impetuoso de la “C.T.C.”, después de su XI Congreso Nacional del Trabajo. Huelga de los trabajadores azucareros La vocación cañicultura crecía en Colombia a pesar de todos los inconvenientes presentes, las inversiones en la industria azucarera no se detenían y entre los años 1940 – 1949 surgen los ingenios San Carlos, Pichichi, Oriente, Papayal, La Esperanza, El Arado, Central Castilla, Carmelita, El Porvenir, Meléndez, San Fernando y Pajonales. En la década de 1950 – 1960 en la industria azucarera se presentan algunos acontecimientos que merecen tenerlos en cuenta, porque son parte integrante de la historia de la caña de azúcar, aunque la motivación industrial continuaba su marcha acelerada creando mas ingenios como Sinceraré, El Naranjo, Santa Cruz, Cauca, Central Tumaco, Balsilla, La Cabaña, La Quinta y Buchitolo, algo no estaba andando bien porque se presentía una crisis laboral desde el punto de vista de trabajadores, que se podía deducir que esta proliferación de ingenios que existía se debía a los bajos salarios que estas empresas pagaban; por esta razón y muchas más en el año de 1959, los trabajadores azucareros del Valle del Cauca en franca rebeldía y en contra de la explotación y del maltrato personal, en octubre de 1959 los trabajadores del Ingenio Riopaila, por primera vez declararon una huelga a la empresa y en acto de valentía todos los trabajadores como un solo hombre, a las seis en punto a.m., pararon el Ingenio en todos sus aspectos. Como en Colombia no existen huelgas legales y en este tiempo mucho menos pues la huelga, fue declarada ilegal y la empresa a su antojo despidió a noventa y dos (92) compañeros, que se fueron a engrosar las filas de la desocupación y la violencia. Los paros de solidaridad que se fueron presentando escalonadamente en los otros ingenios, crearon un clima de enfrentamiento entre los trabajadores y los empleadores que trajo como consecuencia una crisis en el interior de los ingenios azucareros, que exigió un replanteamiento desde el punto de vista administrativo de las empresas, obligando a estas a un cambio total modernizando su sistema de manejo especialmente en las áreas social y económica. Este cambio radical en el comportamiento empresarial, permite que los trabajadores dirijan bien su organización sindical y sigan a la gran Central Obrera “C.T.C.”, que mediante su orientación seria, libre y democrática, le dio vida al sindicalismo de concertación entre trabajadores y empleadores, propiciando con ello un clima de coexistencia pacífica y convivencia civilizada. Paro Nacional de 1963 El XIII Congreso del Trabajo, después de un amplio debate de las condiciones económicas que venía afrontando el pueblo colombiano, condiciones que hacían cada día más angustiosa la situación general del país como consecuencia de la ola de especulación que se había desatado sin que vislumbrasen posibilidades de frenarla ya que la política que en materia de control de precios defina por el entonces Ministro de Fomento se fundamentaba en la romántica teoría de la “Libertad Vigilada”, lo cual significaba la libertad de aumentar especulativamente los precios para después solicitar la refrendación oficial del Gobierno al aumento o aumentos que ya habían sido caprichosamente establecidos por quienes solo persiguen el fácil enriquecimiento aun cuando para ello haya que condenar a la más desesperante miseria del pueblo, trazó la política de que el Comité Ejecutivo en su actividad diaria le diera prioridad a la lucha contra el encarecimiento de la vida, aunque para ello fuese necesario apelar a recursos radicales masivos que hiciesen sentir la presión colectiva de la clase trabajadora en la económica nacional. El Comité Ejecutivo en cumplimiento de las normas trazadas por la más alta autoridad de esta Central, encaminó su actividad a conseguir del Gobierno las medidas que fuesen necesarias para que se modificase la política económica que se le había impreso al país y que estaba ocasionando graves trastornos en los sectores populares. Para el logro de estos objetivos se elaboraron documentos económicos y solicitudes concretas al Gobierno y al Congreso Nacional, todos encaminados a demostrar la urgencia de un cambio sustancial en la filosofía que sobre precios defendía el Ministerio de Fomento.

1963 1954

Los esfuerzos realizados para ese fin, no dieron los resultados que aspiraban los trabajadores. Ante la alternativa de aceptar sumisamente los hechos que diariamente golpeaban los hogares humildes o la de afrontar con energía y valor la protesta que deba hacerse sentir por la indiferencia de algunos sectores oficiales, el Comité Ejecutivo el 21 de julio de 1963 aprobó la resolución del Paro Nacional, como protesta contra la ola de especulación, contra los despidos individúales y colectivos que algunas empresas venían haciendo para descargar sobre los trabajadores todos los efectos de la crisis económica que conmovía al país y para exigir medidas efectivas y que pusieran freno a todo lo anormal que con razón venia creando la inconformidad del pueblo. El Comité Ejecutivo, ampliado con miembros de la Junta Directiva Nacional, reunido a fines del citado mes de julio ratificó la decisión del Comité y decidió que dicho Paro debía hacerse el 9 de Agosto. El Comité Ejecutivo en su decisión de ratificación decía: “El Movimiento Sindical Colombiano, particularmente el que milita bajo las banderas de la “C.T.C.”, debe estar listo y dispuesto a encausar la lucha reivindicativa por los caminos de la realidad sin caer en el extremismo, pero decidido siempre a actuar con valor cuando el Ejecutivo o la Dirección Nacional de la Confederación consideren que se hace indispensable poner en práctica la única arma que tienen los trabajadores para manifestar su descontento y protestar por las injusticias que se apliquen en el campo económico con perjuicios para el proletariado, como lo es la huelga y el paro nacional. “Sin renunciar a sus postulados democráticos y al apoyo que hemos ofrecido al régimen constitucional, la “C.T.C.”, cada vez que lo estime necesario, actuará con beligerancia y con su acostumbrada independencia en defensa no solo de sus asociados, sino también de todo el pueblo colombiano, de las instituciones democráticas y en contra de las dictaduras”. Con pocas excepciones, todo el movimiento sindical Cetecista se paró el 9 de agosto. Esta acción de protesta del sector mayoritario de los trabajadores fue objeto de las más violentas e injustas calumnias de los dirigentes de la U.T.C. y otros sectores. Los Ejecutivos de la Unión de Trabajadores de Colombia aprovecharon las columnas de todos los diarios, no solo para difamar la protesta de nuestros afiliados, sino que pidieron públicamente la cabeza de todos los trabajadores que participaron en el movimiento, como infame castigo contra un importante sector del pueblo que hacía uso del derecho de defender su subsistencia. Las represalias que se pretendieron hacer desde algunas oficinas del trabajo y algunas Empresas contra las organizaciones y los trabajadores que valientemente respondieron al llamado de lucha de la Confederación se estrellaron no solo contra la muralla humana de hombres curtidos en mil combates, sino que también no encontraron eco en el Presidente de la República, quien se opuso a toda medida de represalia, impidiendo así los despidos colectivos que se pretendieron hacer y la declaratoria de ilegalidad contra los sindicatos que participaron en el paro. Con el paro nacional del 9 de agosto, la “C.T.C.”, no solo demostró su total independencia frente a los partidos políticos y al Gobierno, sino que también le demostró a sus enemigos que no necesita de alianzas oscuras cuando se trata de defender honestamente los derechos y conquistas de los trabajadores. Solidaridad de Clase El Sindicato Nacional de Trabajadores de JV MOGOLLON Y CIA, con sede en la ciudad de Cartagena, declaró la huelga a esa empresa el 5 de noviembre de 1963, al transcurrir 37 días de huelga en las primeras horas de la mañana las fuerzas armadas se tomaron las instalaciones de la empresa, desalojando a los huelguistas en su mayoría mujeres, con el uso de la fuerza y la culata de los fusiles, lo que originó un Paro de solidaridad por el Sindicato de Choferes de Cartagena, Paro que se generalizó posteriormente a todos los Sindicatos de la ciudad, quedando solo el servicio de Energía Eléctrica y Agua Potable, paralizándose las actividades de Cartagena durante los últimos cuatro (4) días de la huelga. Esta jornada tiene transcendencia entre la clase obrera de Cartagena por su alto grado de solidaridad. La huelga concluyó con la convocatoria de un Tribunal de Arbitramento obligatorio para las partes, en este acuerdo participó la “C.T.C.” y la Federación de Trabajadores de Bolívar “FETRABOL”, huelga que fue dirigida por APECIDES ALVIZ FERNANDEZ, Presidente del Sindicato.

1965 - 1976

Democracia y Reivindicaciones Laborales En 1965 se agito un movimiento en el país al interior del Movimiento Sindical y otros sectores sociales y políticos, contra las medidas económicas y la situación que se daba en el país. La “C.T.C.” participó inicialmente en esa protesta, promoviendo una reforma a la Legislación Laboral de entonces, reivindicando entre otros postulados una garantía real al derecho de huelga, estabilidad en el trabajo (abolición de la Cláusula de reserva y el periodo presuntivo), por cuanto los trabajadores estaban a merced de la voluntad unilateral de los empleadores en la terminación de los contratos de trabajo, sin ninguna indemnización por el daño emergente causado. Empero en demanda de los propósitos de la huelga nacional convocada, la dirección de la “C.T.C.”, percibió que no estaban claros los objetivos de la propuesta y que se ocultaba una acción distinta encaminada a un Golpe de Estado al régimen de derecho en el que estaba comprometido un General de la República, por lo tanto no lo apoyo. Reivindicaciones Sin renunciar a la lucha por las reclamaciones y en procura de reivindicaciones a los derechos de los trabajadores, logra finalmente un acuerdo que dio como consecuencia el Decreto 2351 de 1965, que modificó sustancialmente el Código Sustantivo del Trabajo, para bien de los trabajadores y los Sindicatos, especialmente Martirio de José Raquel Mercado José Raquel Mercado Martínez, trabajador y líder del terminal marítimo de Cartagena; se dedicó a distintas actividades para sobrevivir como músico y conductor, fue un destacado organizador del Sindicalismo, fundador de la Federación de Trabajadores de Bolívar y otros sindicatos, jugó un rol decisivo en la reconstrucción de la “C.T.C.” y fue pilar fundamental para su resurgimiento.

1977 - 1980

Era el prestigioso Presidente de la Confederación, cuando el 15 de febrero de 1976 fue secuestrado por el Movimiento Guerrillero M-19, que se reivindicó el delictuoso hecho. Este suceso causó gran conmoción entre la sociedad Colombiana y entre las esferas internacionales que expresaron su condena por tan repudiable procedimiento. De nada valieron la intervenciones de todo género por parte del Movimiento Sindical Mundial, de respetables personalidades políticas, intelectuales y diplomáticas; la decisión de los captores fue irrevocable y así el 19 de abril de 1976, para celebrar un año más de existencia de su Movimiento, asesinaron al gran Líder Nacional e Internacional que había dedicado su vida a la defensa de los desposeídos y a la fundación y fortalecimiento de sus organizaciones. Este infame crimen llenó de estupor a todos los Estamentos del País, porque no existían antecedentes de casos similares, en sevicia y crueldad a pesar de la permanente violencia que ha vivido el país, porque si bien es cierto, durante épocas de lucha fueron asesinados numerosos Dirigentes, nunca antes de manera tan cobarde e injusta. Este hecho dio origen a una repudiable práctica: asesinar a los Dirigentes Sindicales que de una u otra manera opongan resistencia a los procederes de quienes quieren avasallar a los débiles y menesterosos. La Lista Desafortunadamente es Larga La Confederación de Trabajadores de Colombia –”C.T.C.”- ha sufrido a lo largo de su historia el martirio de sus Dirigentes en todos los niveles, como se reseñó anteriormente. A partir del 19 de abril de 1976 fecha en que fue asesinado, después de secuestrarlo el compañero JOSE RAQUEL MERCADO y se marcó el camino para el sacrificio de sindicalistas, han sido asesinados numerosos Dirigentes de la “C.T.C.”. NOMBRE CARGO CIUDAD José Raquel Mercado Víctor Manuel Almanza Emilio Vásquez V. José Israel Arias Hernán Usuga Heriberto Gamboa Tomas de Aquino Martínez Víctor Manuel Moreno Alfonso Noguera Cano Nelson Palacios Roberto de Jesús Toro Valeriano Tonuzco Naranjo Luis Antonio Enciso Manuel Guillermo Enciso Luz Amelia Enciso Quique Eliecer Ojeda Melkin Córdoba Libardo Acevedo Presidente “C.T.C.” Vicepresidente “C.T.C.” Vicepresidente “C.T.C.” Vicepresidente Coonalcetece Vicepresidente Festraurabá Sindebras Festraurabá Presidente Sintracauca Com. Reclamos Sintracauca Presidente Sind. EE. PP – Directivo Sintramadariem Activista Sintrariopaila Tesorero Sintrariopaila Trab. Agrario C/marca Trab. Agrario C/marca Trab. Agraria C/marca Sindicato OO.PP.. Fiscal Sintramadarien Presidente Ferstralva Bogotá Pereira Cali Ibagué Turbo Antioquia Turbo – Antioquia Florida Valle Valle Ocaña Norte de Santander. Apartadó Antioquia. Valle del Cauca Valle del Cauca Cundinamarca Cundinamarca Cundinamarca Santander. Antioquia Tuluá Valle Y muchos más. Ratificación Convenio 87 y 98 Después de una actividad de presión, hábil cabildeo y seguimiento, en 1.976, se ratifican los Convenios 87 y 98 de OIT que son los fundamentales para la Libertad Sindical. Consejo Nacional Sindical En 1977 el Sindicalismo Nacional, profundizó en la unidad de acción hasta construir un organismo de coordinación nacional, como fue el CNS, integrado por la “C.T.C.”, UTC, CSTC, y CGT, con el propósito de avanzar hacia la unidad de una Central Nacional. El CNS, realizó acciones transcendentales en el país, de protestas masivas, movilizaciones, hasta culminar con una Huelga Nacional el 14 de septiembre de 1977, huelga en la que participó todo el movimiento sindical colombiano, incluso los sectores no confederados, lográndose un rotundo éxito, que incluso tuvo la atención, no solo del Presidente de la República, sino del Parlamento Nacional. Hubo hechos dolorosos protagonizados por la fuerza pública, que significó el sacrificio de varios obreros en la ciudad de Bogotá. Fue la gran convocatoria nacional de los obreros colombianos expresando su protesta contra las políticas sociales y económicas del Gobierno Nacional de entonces, que igualmente le permitió al CNS integrar a todo el Movimiento Sindical hacia futuras movilizaciones y acciones de los trabajadores. Este proceso de unidad de los trabajadores colombianos se malogró por las contradicciones al interior del propio movimiento en los distintos sectores que lo integraron, teniendo vigencia hasta 1980.

1987

Nuevo Presidente El 24 de Mayo de 1.987 asume la Presidencia de la “C.T.C.”, el Compañero APECIDES ALVIZ FERNANDEZ, ante la muerte del Compañero MANUEL FELIPE HURTADO (qepd). Se Inicia la Lucha Contra el Neoliberalismo Declaración del 7 de Agosto de 1990 Que se suspenda la apertura económica y se discuta la política económica y social del país con los trabajadores y empresarios. A pocas horas de la instalación de un nuevo gobierno que ha generado muchas expectativas y viene anunciando políticas, económicas y sociales que no auguran mejores días para los trabajadores colombianos, el movimiento sindical, unificadamente, plantea a la opinión pública sus criterios frente a los lineamientos trazados por el Gobierno actual y la perspectiva de su continuidad. En el caso de un Gobierno que no se dignó escuchar, ni atender los reclamos de las organizaciones obreras y en medio de una bien orquestada campaña de desconocimiento y desprecio del sindicalismo, vienen haciendo carreras propuestas regresivas y atentatorias de los derechos de los trabajadores. Estas consideraciones han hecho más necesario profundizar el proceso de unidad de acción de las cuatro (4) confederaciones y la organización de los pensionados, para contrarrestar la ofensiva desatada y proponer alternativas que apunten a la solución de problemas nacionales, no solo los de índole laboral, sino los que afectan a otras clases y sectores vinculados a la producción y a la generación de riqueza. El 14 de Noviembre se realizó un Paro Nacional contra las reformas Neo – Liberales, duramente reprimido.

1993 - 1994

En 1.993 se promulga la Ley 100 de reforma a la salud, en medio de las protestas sindicales y cruel represión. Pacto Social La “C.T.C.” acepta la propuesta del Pacto Social y propuso al Gobierno Nacional su pensamiento en el documento titulado “DIALOGO SOCIAL Y POLITICO DE CONCERTACION”. Finalmente y en aras de impulsar la política de concertación tripartita, la “C.T.C.” conjuntamente con CUT, UTRACUM y FANAL en nombre de los trabajadores, suscribimos con el Gobierno Nacional y los empleadores un acuerdo de PACTO SOCIAL de productividad, precios y salarios, en la ciudad de Santafé de Bogotá el 9 de Diciembre de 1.994, que tenía entre otros objetivos controlar la inflación que azotaba a la clase trabajadora.

1998

En 1.998 ante los anuncios del Gobierno de recortar salarios y prestaciones sociales y el desconocimiento sindical, se desarrollo un Paro Nacional del Sector Estatal, que tuvo una duración de veintitrés (23) días y durante el cual perdieron su vida destacados dirigentes y dirigentas.

1998 - 2002

Entre 1.998 y 2.002 la “C.T.C.” y el Movimiento Sindical participaron activamente en los procesos de Paz. El 31 de Agosto de 1.999 se desarrolló una Jornada Nacional de protesta de grandes proporciones en contra de las políticas Neo – Liberales del Gobierno. Continúa la represión, el asesinato de sindicalistas y la violación a los Derechos Humanos.

Sindicalismo siglo XXI
Partiendo de una historia rica en sucesos de diferentes índole, desde el sacrificio a la gloria, de la derrota al triunfo, desde la cima del éxito nuevamente a la postración, la persecución y el receso; para nuevamente surgir con fuerza y lograr nuevos triunfos, e involucrarse luego en los vaivenes de la historia pero sin su cundir ni abandonar la causa; tiene necesariamente que hacernos pensar que la “C.T.C.” es una organización madura preparada para enfrentar el futuro sin temor a los cambios y consciente que debe alistarse para sortear los obstáculos que cada vez con mayor refinamiento colocan a su paso los modelos económicos y políticos de sobre explotación que avanzan raudamente. A partir de su XXII Congreso Nacional del Trabajo realizado en Barranquilla en Octubre de 1.993, la “C.T.C.” le imprimió cambios a su estructura y definió rumbos y objetivos adecuados a su accionar ante la urgencia de modernizar el método de lucha para estar en capacidad de asumir las responsabilidades que le deparan a la clase trabajadora frente a la conformación de bloques comerciales de integración que van en camino a la globalización de la economía. A partir del año 2.002 se acentúan las medidas Neo – Liberales. En Diciembre del año 2.002 se promulga la Ley 789, que reforma los aspectos laborales y recorta importantes derechos de los trabajadores. En el año 2.003 se promulga la Ley 797 que reforma el sistema pensional, con menoscabo de los derechos para los trabajadores. Se acentúa la represión para el Movimiento Sindical con claras políticas anti – sindicales, practicadas por empleadores y Gobierno. El 20 de Agosto de 2.009, lamentablemente fallece el Compañero APECIDES ALVIZ FERNANDEZ (qepd) – Presidente de la “C.T.C.”, asumiendo la temporalmente el Compañero Lucas Arnulfo Muñoz – 1er. Vicepresidente. El 10 de Diciembre de 2009, tras el retiro del Compañero Muñoz asume como Presidente Luis Miguel Morantes Alfonso quien fue ratificado por unanimidad en el XXIII Congreso Nacional realizado en la Ciudad de Cartagena de Indias. Morantes venía desempeñándose como Secretario General de la Confederación, presentando una amplia trayectoria sindical, ocupando importantes cargos tanto a nivel Distrital como Nacional entre los cuales tenemos: Presidente del Sindistritales, Comité Ejecutivo de Fenaltrase, Fiscal y Secretario General desde 19…. Su política de diálogo y concertación, libertad de pensamiento político, género, credo, raza, etc, ha permitido que la “C.T.C.”, siga siendo pionera en temas fundamentales de inclusión y liberta sindical….. ratificando su participación en todos los procesos de negociación, resaltando entre los más importantes los Acuerdos Laborales de Bogotá D. C.,…. A finales del año 2.009, se declara por el Gobierno la Emergencia Social y se promulgan los decretos que arrebatan la salud para los Colombianos, en beneficio de los empresarios de la salud. La “C.T.C.” exige la derogatoria de esos Decretos y se realizan jornadas Nacionales de protesta, siendo muy importante la realizada el 18 de Febrero del 2.010. Actualmente y luego de 100 años de lucha sindical y 75 de Sindicalismo Organizado, La “C.T.C.” sigue en la defensa de los derechos de los trabajadores y la acción positiva, por las reivindicaciones del Pueblo Colombiano.

Colombia

Antecedentes

La Confederación de Trabajadores de Colombia “C.T.C.” tuvo origen en las distintas manifestaciones de protesta de los trabajadores y en la necesidad urgente e imperiosa de organizarse para enfrentar la opresión y explotación de que eran objeto y de solucionar los agudos problemas sociales y económicos.

La violación de los Derechos Humanos y Laborales, la entrega de los recursos naturales, el irrespeto a la soberanía Nacional fueron motivos de duras luchas de los trabajadores petroleros, ferroviarios, aserradores, de la construcción, bananeros, tranviarios, artesanos, choferes, etc.; y por otra parte la represión con horrendas masacres cometidas por los gobiernos de turno contra los inermes trabajadores. Señalamos entre otros:

Masacre de los artesanos:

El 16 de Marzo de 1.919 se congregaron cerca de mil artesanos frente al Palacio Presidencial en Bogotá, para protestar contra el Gobierno por su determinación de hacer confeccionar los uniformes para el ejército en los Estados Unidos, dejando sin trabajo a miles de compatriotas. La Guardia Presidencial ametralló a los inermes trabajadores, los persiguió y reprimió con gran violencia, dejando un saldo de 20 muertos, 18 heridos y 300 detenidos.

Masacre de los Petroleros:

En el año 1.924 se declara la huelga de los trabajadores petroleros contra la Tropical Oil Company en Barrancabermeja, después de dos (2) años de reclamaciones por parte de los trabajadores, con respecto a salarios y condiciones laborales, especialmente porque existía una enorme diferencia entre lo poco que devengaban los trabajadores Colombianos con relación a los extranjeros. Esta huelga fue reprimida violentamente por las fuerzas militares y costó varias vidas de dirigentes sindicales, detenciones y destierro para otros. En 1.927 se declaro otra huelga reclamando lo anterior y destacando el horario de trabajo de ocho (8) horas; sin embargo también fue reprimido violentamente con similares trágicos resultados.

Masacre de las Bananeras:

En 1.928 dentro de una prologada huelga, en la UNITED FRUIT COMPANY, fueron citados los trabajadores la noche del 5 al 6 de Diciembre en la plaza principal de Ciénaga, departamento del Magdalena, centro de la zona bananera; el motivo aparente era la negociación del pliego de peticiones presentado por los trabajadores, sin embargo, cuando la mayoría dormía, el ejercito que había instalado ametralladoras en las esquinas de la plaza, los acribilló dejando centenares de muertos y heridos.