María Cano y su legado en la CTC
Hablar de María Cano es evocar uno de los nombres más emblemáticos del movimiento obrero en Colombia. Nacida en Medellín en 1887, María de los Ángeles Cano Márquez se convirtió en una figura central en la historia de la lucha por los derechos laborales y sociales en el país. Fue la primera mujer en alzarse como líder política y sindical en una época donde la voz femenina era sistemáticamente silenciada. Su legado no solo transformó la conciencia de los trabajadores, sino que también dejó una huella profunda en organizaciones como la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), que reconoce en ella una fuente de inspiración permanente.
Conocida como ‘La Flor del Trabajo’, María Cano dedicó su vida a recorrer el país denunciando la explotación laboral, exigiendo justicia social y promoviendo la organización obrera. Desde principios del siglo XX, cuando Colombia atravesaba profundas desigualdades, María desafió el orden establecido con discursos que hablaban de equidad, derechos humanos, educación y condiciones dignas para la clase trabajadora.
Su influencia fue decisiva para la consolidación de un pensamiento obrero crítico, autónomo y combativo. Su espíritu, sus ideales y su lucha por la justicia laboral están enraizados en el nacimiento y consolidación de la Confederación de Trabajadores de Colombia. María Cano abrió el camino para que la CTC se convirtiera en la voz legítima de los trabajadores, defendiendo principios de independencia, renovación y autonomía, tal como lo proclamó en sus mítines y escritos.
En un país donde las condiciones laborales han sido marcadas por la desigualdad, la figura de María Cano sigue siendo una guía ética y política. La CTC encuentra en su legado no solo una inspiración histórica, sino una bandera de lucha vigente. Su vida nos recuerda que el sindicalismo no solo se trata de derechos laborales, sino de dignidad humana, de justicia social y de la construcción de un país más equitativo para todos.
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